Hablar de poesía siempre resulta complejo, es un arte difícil de definir, ¿cómo encasillar algo que se siente y que se plasma con palabras que a veces parecen insuficientes? Aún más complejo resulta hablar de un pequeño fragmento de ésta; definirla y redefinirla a partir de sí misma. El jueves por la noche, en la sala audiovisual Alberto Isaac se efectuó la mesa de discusión del XIV Encuentro Nacional de Escritores Tierra Adentro, se habló del tema: “post-poesía (pre-textos y post-textos)”.
La Secretaría de Cultura de Gobierno del Estado, en conjunto con el Conaculta le dieron al público de Colima, la oportunidad de discutir este tema con poetas de nuestro país; en la mesa estuvieron presentes Ihovan Pineda, Daniel Fragoso, José Agustín Solórzano y Paula Muñoz de Inclán, que en un principio leyeron ensayos de lo que opinaban sobre del tema, citaron a grandes escritores como Octavio Paz, Jorge Luis Borges o se inventaron sus propios epígrafes, para posteriormente responder las dudas de los asistentes, debatir un poco sobre el tema, girar la conversación entorno a la música y al jazz.
Daniel Fragoso indicaba que regresar a Octavio Paz era aburrido, José Agustín debatía un poco el canon de la poesía, y alguno de los asistentes se resistía a tales argumentaciones, pero ¿Qué es el arte si no un impulso para cuestionar y hacer reaccionar a las masas?
Al final, después de todo, la poesía es sentir, evocar, experimentar, ya sea o no a través de lo sublime, de lo irreverente, de las innovaciones, la poesía siempre crea a través de las palabras, imágenes que se impregnan en el alma, que sería, después de escuchar los argumentos y debates de la noche, la conclusión con la que los asistentes terminaron la velada literaria.
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