En su búsqueda por innovar, en la actualidad los directores incorporan nuevos elementos o recuperan elementos antiguos para elaborar un discurso cinematográfico novedoso, en la película Avanti popolo destacan tres de estos elementos: la utilización de la cámara con un estilo amateur, la preponderancia del sonido, y el uso de fragmentos de películas caseras.
Con estos elementos, el director Michael Wahrmann logra narrarnos visual y sonoramente la historia de dos personajes, un padre y un hijo que se reencuentran en la desolada casa paterna después de la ruptura del hijo con su pareja.
A través del sonido, se reconstruye la historia de Latinoamérica y en particular de Brasil, con sus dolorosos sucesos políticos; mientras que a través de los filmes caseros de formato súper 8, la historia familiar de los personajes que sufrió un colapso debido a la desaparición de uno de los hijos.
La última secuencia de la película es sorprendente pues el sonido sustituye totalmente a la imagen, lo que constituye una subversión a las normas básicas de la cinematografía.
Por lo que se puede afirmar que Avanti popolo es una excelente muestra del cine contemporáneo brasileño.
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