2 de febrero de 2014, más de 200 años de tradición respaldan la fe de un pueblo grande creyente en la Virgen de la Candelaria -mejor conocida como la patrona de los tecomenses-.
En punto de las 4 de la tarde el repicar de las campanas de la iglesia comienza a sonar, se escucha en los alrededores del centro, anuncia el gran día de fiesta, el de mayor arraigo y tradición de un municipio habitado por un poco más de 120 mil habitantes.
La imagen de la virgen de la Candelaria es sacada en andas para realizar la tradicional peregrinación por las principales calles del municipio, la cual data de 1876, donde cada 2 de febrero por la tarde miles de feligreses esperan con ansias el recorrido de la patrona de Tecomán.
Al salir la Candelaria del templo de Santo Santiago un festín de cohetes, campanadas, danzas y tambores suenan a su alrededor, anuncian su procesión. El anda especial de la virgen es sostenida por más de 150 hombres -los llamados guardias de honor-, quienes en sus espaldas cargan el peso de casi una tonelada en un recorrido de poco menos de 4 horas.
Las calles se visten de azul, rosa, de papel picado, globos, luces de colores, flores, de confetis, se visten de fiesta, mientras en las banquetas de las casas la gente espera sentada o de pie y se escucha “ay viene la Candelaria” .
En punto de las 4 de la tarde el repicar de las campanas de la iglesia comienza a sonar, se escucha en los alrededores del centro, anuncia el gran día de fiesta, el de mayor arraigo y tradición de un municipio habitado por un poco más de 120 mil habitantes.
La imagen de la virgen de la Candelaria es sacada en andas para realizar la tradicional peregrinación por las principales calles del municipio, la cual data de 1876, donde cada 2 de febrero por la tarde miles de feligreses esperan con ansias el recorrido de la patrona de Tecomán.
Al salir la Candelaria del templo de Santo Santiago un festín de cohetes, campanadas, danzas y tambores suenan a su alrededor, anuncian su procesión. El anda especial de la virgen es sostenida por más de 150 hombres -los llamados guardias de honor-, quienes en sus espaldas cargan el peso de casi una tonelada en un recorrido de poco menos de 4 horas.
Las calles se visten de azul, rosa, de papel picado, globos, luces de colores, flores, de confetis, se visten de fiesta, mientras en las banquetas de las casas la gente espera sentada o de pie y se escucha “ay viene la Candelaria” .
Con fotografías de: Karla Solorio, Laura Rodríguez y Guillermo Robles.
Video: Laura Rodríguez.
Texto: Gabriela Barajas Ceballos
Texto: Gabriela Barajas Ceballos
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