Yunuen Caballero Bautista
A Selma no le gusta la comida dulce, le empalaga; lo mimo pasa con los amores dulces, dice ella, y cada día despierta con un mal sabor de boca.
Cuando la apatía entró a su vida, se instaló para quedarse, aún no ha encontrado algo que le sorprenda demasiado.
Hoy es uno de esos días en que la luna juega con su cabeza, hay marea alta y extrema tranquilidad.
El silencio, es portador de ideas, de miedos, de sueños y de anhelos. Todo viene a la mente cuando llega el silencio y aquí tarda tanto en llegar, sin embargo, cuando aparece, se apodera de su cabeza, no sabemos que es lo que trae a su mente...
sólo sé que se encarga de formar un mundo y muchas vidas diferentes en ese pequeño instante de quietud.
A selma le gustan los amores dolorosos, esos que matan de pasión y te pierden desolado en la inmensidad del anhelo. Esos, que son casi imposibles después de que los pruebas, esos que te llevan al cielo y al infierno a la vez, esos que gritan te amo pero prefieren la libertad en sus manos. Igual que ella. Le gusta sufrirlos y vivirlos.
Quizá hoy se de cuenta de ello, quizá descubra que su historia la espera en otro sitio, en otro tiempo imposible de contar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario