Historia de la Laguna de Alcuzahue
Informantes: Jorge Álvarez Mendoza y Guadalupe Araujo Cárdenas.
Edad: 13 y 12 años
Comunidad: El Saucito, Tecomán, Colima.
Informantes: Jorge Álvarez Mendoza y Guadalupe Araujo Cárdenas.
Edad: 13 y 12 años
Comunidad: El Saucito, Tecomán, Colima.
Nos contaron los abuelos, que hace mucho tiempo, en la laguna de Alcuzahue había un pueblo y cerca de él, una hacienda, donde vivía un señor muy rico con su hija, a la cual quería mucho y cuidaba como gato "atizado".
Un día, como en el pueblo vivía mucha gente pobre y con hambre, un muchacho se metió a los corrales de la hacienda a robarse unos huevos de gallina para llevar de comer a su casa, entonces, en ese momento, la hija del señor, que iba para el baño, lo vio.
El muchacho le pidió que por favor no le dijera a su padre, y la muchacha no lo acusó. Desde ese día, los jóvenes se enamoraron. El papá, al enterarse, regañó a la muchacha y mandó golpear al joven, porque no estaba de acuerdo con su amor.
Así que los muchachos se pusieron de acuerdo para escaparse, y una noche, el joven se la robó.
El padre al darse cuenta, los siguió, y como los muchachos se escondieron en el pueblo, el papá realizó un conjuro para que cayera una tormenta bien grande. La lluvia comenzó a caer y caer, hasta que inundó toditito el pueblo, al ver esto, los muchachos se refugiaron en una cueva, desde ahí los jóvenes fueron viendo cómo poco a poco ¡hasta el campanario de la iglesia, se quedaba tapado por el agua!...
Los jóvenes se pusieron a llorar y llorar de tristeza, hasta que sus lágrimas se unieron a las aguas de la lluvia y poco a poco los cubrieron de pies a cabeza, para estar juntos para siempre.
Así se formó la laguna, y ahí, debajo, está el pueblo donde los muchachos aún viven su amor. Por eso en estos tiempos, todavía es posible escuchar, de vez en cuando, las campanadas de la iglesia de aquel pueblo.
Un día, como en el pueblo vivía mucha gente pobre y con hambre, un muchacho se metió a los corrales de la hacienda a robarse unos huevos de gallina para llevar de comer a su casa, entonces, en ese momento, la hija del señor, que iba para el baño, lo vio.
El muchacho le pidió que por favor no le dijera a su padre, y la muchacha no lo acusó. Desde ese día, los jóvenes se enamoraron. El papá, al enterarse, regañó a la muchacha y mandó golpear al joven, porque no estaba de acuerdo con su amor.
Así que los muchachos se pusieron de acuerdo para escaparse, y una noche, el joven se la robó.
El padre al darse cuenta, los siguió, y como los muchachos se escondieron en el pueblo, el papá realizó un conjuro para que cayera una tormenta bien grande. La lluvia comenzó a caer y caer, hasta que inundó toditito el pueblo, al ver esto, los muchachos se refugiaron en una cueva, desde ahí los jóvenes fueron viendo cómo poco a poco ¡hasta el campanario de la iglesia, se quedaba tapado por el agua!...
Los jóvenes se pusieron a llorar y llorar de tristeza, hasta que sus lágrimas se unieron a las aguas de la lluvia y poco a poco los cubrieron de pies a cabeza, para estar juntos para siempre.
Así se formó la laguna, y ahí, debajo, está el pueblo donde los muchachos aún viven su amor. Por eso en estos tiempos, todavía es posible escuchar, de vez en cuando, las campanadas de la iglesia de aquel pueblo.
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